¡Taxi!

Pecesita Voladora

Después de mis -vacaciones robadas- como que el plantel escolar se apiadó de pecesita y nos otorgaron una SEMANOTA de vacaciones después de los propedéuticos y antes de las clases normales. . .

Ya he hablado de mis clases en muchos posts así que ya no lo haré o terminaré de nerda como "El ser Supremo".

Hice un último pago en la escuela, con malas cuentas, terminé poniendo $500 aparte de lo que tenía contemplado para la cuota, por lo que tuve que pedir prestados a la abuela otros $500 para huir de las demoliciones e inundaciones de Monterrey.



Para ser sincera tenía miedo en mi primer viaje sola en autobús, ya que Cinthya no pudo acompañarme esta semana por exceso de dinero. Aunque definitivamente me agradó mas que viajar en camiones.

Una vez que el autobús se encontraba alejándose de la aglomeración que ahoga la ciudad de Monterrey ya podía sentirse el aire limpio y puro del campo. Tal vez era el clima del autobús pero de igual forma se respiraba aire puro, el aire puro que no hay en Monterrey.


A los quince minutos de viaje ya me encontraba muy aburrida puesto a que iba sola en dos asientos y no tenía nadie a quien contarle las "pecitaventuras". Así que me dediqué a contar cactus, montañas, separar por color los autos, las camionetas, ver de donde eran las placas de los autos, de las camionetas, y sin darme cuenta ya estaba dormida. La voz del conductor me despertó quince minutos antes de llegar a Saltillo, pero noté que el autobús paso a unas cuantas cuadras de la casa en la que me hospedaría. Así que corrí por el pasillo hasta donde se encontraba el conductor y le pregunté si podía bajar ahí. El chofer me miró extrañado y asintió con la cabeza. Entonces muy contenta le pedí que estacionara el autobús para que me ayudara a bajar las enormes y muy pesadas maletas contenedoras de ropa, zapatos y accesorios. Creo que una de las pasajeras escuchó mi petición y se rió de mi, le hice un gesto de desagrado y el chofer me indicó que debía esperar a llegar a la central porque no podía estacionarse.



Llegamos a la central y bajé con mis tres maletas gigantes. Cargaba dos, mi bolso y la de rueditas la llevaba pues ... (-ejem-) "rodando" ¿no?. Y esperé tranquilamente en una banca a que un taxi pasara, yo le hiciera la parada, y éste se detuviera para ayudarme con el equipaje. Esperé, esperé, esperé y esperé mas pero ningún taxi pasaba, pocos minutos después recordé que los taxis de Saltillo no son verdes.

Y en ese momento fue que me di cuenta de que los taxis y taxistas son diferentes en cada ciudad, además de la apariencia, cada uno tiene sus "claves" para comunicarse DISCRETAMENTE unos con otros.

En una ocasión:

(El taxista se comunica con su compañero mediante claves imposibles de decifrar si no se tiene un estudio de ello, pudiese tener lógica pero no el sentido necesario).

Taxista1- Aquí 666 contesta 999
Taxista2- Te copio 666 ¿donde andas?
Ta.1-Llevo a una 28.
Ta.2- E cabrón no te chifles, tu tienes a tu 28
Ta.1- Ya se, y me arrepiento, es que andaba 97
Ta.2- No, pues ni 97.
Ta1.- ¿Y tu? 999, a terminaste a tu 28
Ta.2- No, todavía no, es que pues me amarró con el 1 y pues ni 97.
Ta.1- Que mal 97 no, pero pues ni 97.
Ta.2- E sobres 666, me habla mi 28 dice que lleve al 1 a la escuela.
Ta.1- Fuera.

¿Apoco no parece mensaje subliminal?

Hasta he creado mi teoría de que los taxistas son extraterrestres que crearán claves exactas para destruir al mundo, tal vez tengan los códigos escritos del día y catástrofes del apocalipsis.

¿Terrorífico no?

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Pasando a otras cosas, mis vacaciones no fueron precisamente lo que esperaba, llegué a la ciudad asustada y regresé deprimida, pero les cumplo en postear.

P.D: Canguro se autodestruye constantemente, mañana lo llevaré a arreglar e intentaré hacerlo encender. Tal vez no postee por un tiempo.

P.D2: Gracias por las visitas a los nuevos seguidores.